Este es el lugar donde los aromas frescos y las esencias frutales se entrelazan con la maestría viticultora, creando experiencias sensoriales que deleitan los sentidos.

Los vinos rosados, con sus tonalidades que van de los pálidos y delicados a los intensos tonos ruborizados, son una manifestación fascinante de la diversidad en el mundo de la vitivinicultura.

La aparición de uno de nuestros vinos en una película nominada a los Oscars comprende no sólo un hito, sino también un reconocimiento a tantos años de dedicación y excelencia vitivinícola.

En los últimos tiempos, los vinos blancos han experimentado un notable avance en su presencia en las góndolas y mesas de Argentina.

Es por eso, que es importante conocer las cualidades de los tres tipos de vinos ideales para la temporada estival: blancos, rosados y tintos ligeros.

Por sus burbujas finas, su elegancia, su acidez pronunciada y su frescura, en los últimos años se instalaron entre los consumidores como ejemplares perfectos para acompañar todas las instancias de una comida.

Si bien el Cabernet Franc es una de las variedades finas más plantadas alrededor del mundo, en Argentina sus vinos cobraron especial relevancia recién en los últimos 5 años, cuando se lo empezó a vinificar también como varietal.

El mundo del vino es tan amplio e interesante que así como existen diferentes estilos para acompañar distintas situación de consumo, también los hay para cada momento del año.

La llegada de la temporada primavera-verano cambia prácticamente todos nuestros hábitos, especialmente los alimentarios.

Con la llegada de la primavera, los rosados vuelven a tomar protagonismo en la mesa. Estos vinos captan la atención de los consumidores por su color seductor, su expresión frutal y su frescura