La Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) fue una iniciativa de uno de los protagonistas de nuestra familia, el ingeniero Alberto Arizu. Creada en 1989, fue la primera y más importante denominación para establecer los parámetros de elaboración de la variedad Malbec. Junto con Don Raúl de la Mota, Alberto encaró este ambicioso proyecto que tuvo como objetivo, desde sus inicios, establecer un estándar de calidad que sea capaz de proteger el terruño Luján de Cuyo y que otorgue prestigio y confiabilidad al Malbec, el gran embajador del vino argentino alrededor del mundo. Los representantes de más de 30 bodegas de la región se juntaron para dar forma a esta idea inicial y crear una D.O.C. al estilo europeo para el Malbec que diera al vino argentino mayor relevancia a nivel mundial. Llevó mucho tiempo y largos debates lograr que este parámetro de calidad sea aplicado solo al Malbec, pero finalmente se logró concretar un reglamento único que determinará todas las condiciones de calidad: las particularidades técnicas de la viña, sus labores culturales, la forma de transporte e higiene de la uva, el proceso de vinificación, la crianza y la estiba y el sistema de multas. Asimismo, se creó un Consejo de Denominación, dirigido por más de 30 años por un pionero en la materia, el Ingeniero Alberto Arizu. Siendo fieles a nuestro estilo innovador y buscando un sabor excepcional, en 1991 lanzamos Luigi Bosca Malbec D.O.C., el primer vino con certificación de origen controlada. Un tinto color violeta brillante con aroma a cereza madura y notas especiadas que remiten al café, que se constituyó como ejemplar arquetípico del espíritu Luján de Cuyo, elaborado a partir de uvas cosechadas en vides de más de 70 años implantadas en Finca La Linda, Vistalba.