Estilos de vinos que bebemos en verano
El mundo del vino es tan amplio e interesante que así como existen diferentes estilos para acompañar distintas situación de consumo, también los hay para cada momento del año. Con la llegada de la temporada primavera-verano, los tintos complejos y estructurados, y los blancos untuosos con crianza en barricas, ya no predominan en los almuerzos y cenas.
Así como los platos comienzan a ser más livianos, la elección de los vinos también privilegia aquellos blancos, rosados e incluso tintos más ligeros, que se beben a menor temperatura y realzan las comidas de estación.
Blancos aromáticos, frescos y de cuerpo medio
Entre los vinos blancos, en verano se imponen especialmente los ejemplares livianos, fluidos en boca, con buena acidez, algo cítricos o tropicales; en general, elaborados con las cepas Sauvignon Blanc y Torrontés. Son vinos sencillos y fáciles de entender que acompañan muy bien situaciones casuales como un cocktail al atardecer o una tarde junto a la piscina.
Un gran exponente del estilo es Luigi Bosca Sauvignon Blanc, un ejemplar de aromas sueltos que recuerdan a frutas blancas frescas con ciertas notas cítricas y florales. En boca es vivaz y refrescante, con un dejo herbal vibrante y una acidez muy agradable.
Para acompañar comidas livianas de estación, como pescados grillados, ensaladas y sándwiches, también se puede optar por blancos más frutales de cuerpo medio, elaborados con uvas Chardonnay y sin paso por madera. En este segmento, un vino que combina muy bien con las comidas informales de estación es Luigi Bosca Chardonnay, con sus aromas a frutas blancas levemente tropicales, un buen volumen y carácter frutal maduro.
Para acompañar comidas livianas de estación, como pescados grillados, ensaladas y sándwiches, también se puede optar por blancos más frutales de cuerpo medio, elaborados con uvas Chardonnay y sin paso por madera.
Rosados secos, elegantes y versátiles en la mesa
El verano también es temporada de vinos rosados, especialmente de aquellos ejemplares innovadores, refrescantes y muy delicados, inspirados en los ejemplares elegantes que se elaboran en la región de Provenza, en Francia. Estos vinos son ideales para acompañar sushi, tiraditos, frituras de mar, pescados azules grillados, pizzas de estilo napolitano y sándwiches a base de pollo.
Un fiel exponente del espíritu de los rosados actuales es Luigi Bosca Rosé, un vino innovador, elegante y original; pensado desde el viñedo y elaborado a partir de la variedad Pinot Noir. De aromas vibrantes, vivacidad y frescura en boca, y con un carácter expresivo muy frutal, es perfecto para acompañar los encuentros y celebraciones en noches de calor.
Tintos jóvenes y fluidos
Algunos años atrás, el verano era la temporada exclusiva de consumo de vinos blancos y rosados. Si bien estos ejemplares no pierden vigencia, actualmente la vitivinicultura argentina ofrece cada vez más tintos ligeros y con muy buena tipicidad, adecuados para acompañar las comidas frugales de estación.
A diferencia de los vinos corpulentos, anchos y golosos que bebemos en invierno, los tintos adecuados para el verano son más frescos, vivaces, expresivos, con tensión y pureza varietal, como Luigi Bosca Pinot Noir. Además, estos ejemplares sutiles y fluidos acompañan muy bien comidas informales de la mesa diaria como milanesas con puré, a carnes magras grilladas y pastas secas con salsa fileto.