Skip links

El hombre clave de la D.O.C. Luján de Cuyo: Ing. Alberto Arizu

El hombre clave de la D.O.C. Luján de Cuyo: Ing. Alberto Arizu

La vida del Ing. Alberto Arizu transcurrió entre viñedos. La Finca El Paraíso, situada en el Departamento de Maipú, es el primer recuerdo que tiene y el escenario donde acontecieron muchos de los momentos más significativos de su vida. El Ing. nació en esa finca, por eso, los aromas y colores de sus vides y antiguos olivares fueron su primer contacto con el mundo. Vivió en la casona de El Paraíso hasta los siete años de edad, luego se mudó para ir a la escuela y de ahí en adelante pasó todos los veranos entre sus hileras repletas de uvas.
De aquellas épocas el Ing. Alberto recuerda especialmente las primeras vacaciones de verano en las que volvió a la finca luego de estudiar en la ciudad, ya que fue la primera vez que participó de la cosecha. Con solo ocho años, colaboró en la realización de la tarea más importante del ciclo productivo: la vendimia. Probablemente haya sido aquel verano, entre juegos y pequeñas labores, el que lo incitó a seguir el camino de su padre y su abuelo, Don Leoncio Arizu, el fundador de Luigi Bosca. En adelante, su participación en la vendimia y en la elaboración de vino fue creciendo todos los años a pasos agigantados, hasta que en 1966 se recibió de Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional de Cuyo.

A lo largo de su vida, el Ing. Alberto fue protagonista de muchos de los grandes cambios e innovaciones de la vitivinicultura argentina. Sin embargo, en su línea temporal hay un hito que está marcado a fuego: la creación de la primera y más importante Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) de Latinoamérica, que tuvo lugar en 1989.
El ambicioso proyecto de establecer los parámetros de elaboración de la variedad Malbec, proteger el terruño de Luján de Cuyo y establecer un estándar de calidad fue impulsado por dos hombres: el Ing. Alberto Arizu y Don Raúl de la Mota, dos visionarios de la vitivinicultura argentina que se ubican entre las figuras más importantes de la industria del vino.

Detrás de ellos, los representantes de más de 30 bodegas de la región se juntaron con un deseo en común: crear una D.O.C. al estilo europeo para el Malbec, que empezaba a lograr que las etiquetas argentinas comenzaron a tomar relevancia a nivel mundial. El objetivo era valorizar la zona para enaltecer también los vinos y el trabajo diario en las fincas y bodegas. Sin embargo, llevó mucho tiempo y largos debates acordar que esta D.O.C. debía ser únicamente para el Malbec: “Había que entender que una D.O.C. surge de un hecho importante anterior, como los resultados obtenidos con este cepaje, y no posterior a su creación”, explica el Ing. Alberto Arizu.

A lo largo de su vida, el Ing. Alberto fue protagonista de muchos de los grandes cambios e innovaciones de la vitivinicultura argentina.

En consecuencia, realizaron un reglamento para determinar las condiciones técnicas de la viña, sus labores culturales, las condiciones de transporte e higiene de la uva, el proceso de vinificación, la crianza y la estiba, el sistema de multas y el Consejo de Denominación, del que el Ing. Alberto Arizu fue Presidente por más de 30 años.
Sin embargo, el pionerismo del Ing. fue aún más allá. No solo fue uno de los impulsores de la D.O.C. y presidió su Consejo desde los comienzos, sino que Luigi Bosca Malbec D.O.C. -lanzado al mercado en 1991- fue el primer vino de la Argentina con certificación D.O.C., y se constituyó como el ejemplar arquetípico del espíritu de Luján de Cuyo, elaborado a partir de uvas cosechadas en vides de más de 70 años implantadas en Finca La Linda, Vistalba.
En estos más de 33 años de la D.O.C., el Ing. Alberto Arizu fue protagonista en cada uno de los momentos claves de este sistema de certificación geográfica que aportó valor, prestigio y confiabilidad al Malbec, el gran embajador del vino argentino alrededor del mundo.

Buy Here
SELECCIONA IDIOMA DESEADO

¿Sos mayor de edad?

Tengo edad legal para consumir alcohol en mi país