El otoño tiñe los paisajes de Mendoza con una paleta de colores que van desde el amarillo al ocre, del anaranjado al rojizo. Las viñas, en esta estación, se convierten en un lienzo vivo, cambiante y magnético, creando un espectáculo efímero que dura solo unas semanas, hasta que las hojas caen y los viñedos esperan, adormecidos, la llegada de una nueva primavera.

Es en esta época del año cuando la bodega se llena de actividad con las labores que nos deja la vendimia, como el prensado o trasiego. Es un momento de máximo esplendor, donde el fruto del trabajo realizado durante todo el año empieza a tomar forma. Son días donde todas las personas del equipo se reúnen para dar lo mejor de sí en cada etapa del proceso. Es por eso que vale la pena ser parte y detenerse a escuchar las historias de una tradición que traspasa generaciones.

Es en esta época especial del año cuando Finca El Paraíso muestra su esplendor, invitando a los visitantes a disfrutar de la belleza de la temporada y los sabores únicos que ofrece la gastronomía del chef Pablo del Río, con platos regionales y de temporada que son ideales para maridar con nuestros vinos tintos, como el Pinot Noir o el Cabernet Franc.